El oro es un producto que no se puede producir en laboratorio, por lo que solo se puede conseguir o bien extrayéndolo de la naturaleza, o por reciclado a partir del ya extraído anteriormente.
Descartando el oro que se encuentra disuelto entre las sales de los océanos, ya que no es rentable su extracción por su baja concentración (aunque la cifra total de toneladas disueltas sea muy elevada), la obtención del oro en la naturaleza se hace mediante dos sistemas principales, bateo y lixiviación.
El oro no reacciona con otros elementos fácilmente, por lo que en la naturaleza el oro forma pequeños cristales, que se amalgaman en forma de pepitas, que se encuentran incrustadas entre las rocas. Las pepitas no son nunca puras, sino que contienen pequeñas porciones de otros minerales, principalmente plata, conteniendo normalmente entre un 82% y un 92% de oro. La pepita más grande, encontrada en 1869, pesaba 78 kilos conteniendo 71 kilos de oro puro (el 91%).
Se puede extraer en minas rompiendo las rocas y separando las pepitas en las vetas donde está incrustado, o con la ayuda de la naturaleza se encuentra en lechos fluviales, la erosión ha roto las rocas, las ha separado de las pepitas, y el rio arrastra los sedimentos de la erosión, por lo que se extrae por bateo en los lechos de los ríos, al ser el oro más pesado que las rocas que se encuentran junto a él. El bateo manual se realiza con una olla o plato, se introduce el sedimento en la batea, se remueve hasta que se asienta el oro en el fondo, de donde es separado de forma manual.
Actualmente se usan detectores de metales para buscar las pepitas de oro en los lechos de los ríos, ya que al ser un metal puede detectarse hasta a un metro bajo tierra.
La forma habitual de encontrar el oro en la naturaleza es en forma de inclusiones en rocas, por lo que su proceso extractivo es diferente y más productivo, usándose en este caso la "lixiviación". Primero hay que triturar la piedra, luego hacer que el oro se "oxide" y se una (ya que no se disuelve) a un líquido, siendo el reductor más habitual el cianuro por ser el más productivo, se separa el líquido y se obtiene el oro revertiendo el proceso de oxidación anterior, normalmente con Zinc. Por último se eliminan los metales no deseados con un ácido, quedando solo el oro y la plata al final del proceso. Esta forma de extracción tiene consecuencias medioambientales, al ser el cianuro o los otros productos que se usan en su lugar tóxicos.
En pequeñas compañías mineras se usa otro sistema, la piedra es triturada finamente, y mezclada con mercurio, que se amalgama con el oro, se retira la mezcla, se filtra y se elimina el mercurio evaporándolo, por lo que también se produce una contaminación medioambiental por el mercurio que se escapa del proceso y los vapores del mismo.
PRODUCCIÓN MUNDIAL
La producción mundial de oro, según datos del servicio geológico de los EEUU, fue en el año 2011 de 2.700 toneladas, y las reservas calculadas eran de 51.000 toneladas, por lo que a ese ritmo extractivo se puede mantener la producción unos 20 años más, a no ser que se encuentren nuevos yacimientos o se consiga rentabilizar su extracción del agua del mar o de los fondos marinos. Los cinco principales productores mundiales fueron China con 355 toneladas, Australia con 270 toneladas, Estados Unidos con 237 toneladas, Rusia con 200 toneladas y Sudáfrica con 190 toneladas.
Esto ha motivado el reciclaje del oro, procedente de los circuitos electrónicos principalmente, se calcula que un 25% del oro producido actualmente proviene del reciclaje del oro, que se realiza disolviendo los metales con un ácido, quedando solo el oro y la plata usados en la producción de los circuitos.
Se calcula que se han extraído en toda la historia de la humanidad 165.000 toneladas de oro, estando unas 33.000 toneladas en poder los bancos centrales de los países. Una parte sin determinar se encuentra expuesta en museos, y el resto se encuentra en manos de particulares y sociedades, en forma de lingotes o joyas.